El derecho de ascencion.

La estructura energética humana esta en constante evolución. Está en nuestra manos hacer que esa evolución se desarrolle hacia un refinamiento del sistema nervioso, o al contrario poner nuestros potenciales en vibraciones densas. Por ejemplo, el abandono de nuestra responsabilidad personal, adoptar juicios hacia otros o en hacia si mismo son actitudes que queman y desfiguran nuestro sistema nervioso y regenerativo. Por otro lado practicas de compasión, servicio y meditación  estimulan al sistema hacia la relajación y hacia la adquisición de una vibración energética mas refinada, mas tranquila.

Hace mucho tiempo que la humanidad esta bajo la influencia de mentes desordenadas, de egos interesados y en comidas que no contribuyen al real desarrollo del potencial humano. Esto nos ha llevado a perder una facultad que es innata en nosotros, el la facultad de ascensión.

Cuando hablo de ascensión me dirijo a esa parte natural de adquirir una frecuencia celular tan refinada que es posible  navegar en espacios sobrenaturales. En estos momentos en la historia de la humanidad, ese derecho esta depositado en Cuzco Perú. Si pensamos que ese derecho es como un programa de computadora, que nos da las herramientas de ascensión y nos permite ver nuestras vidas de una manera mas neutral y completa.

Es mi intención en llevar peregrinos a Cuzco en Oct. 2012 para reclamar ese derecho de ascensión. Ese derecho lo da el consejo de los maestros de encarnación localizados en Machupichu y en el Lago Umayo. Ciertas practicas, ceremonias y ofrecimientos nos dan permiso para recibir ese derecho y ver nuestra realidad con un horizonte mas amplio, seguro y tranquilo.

No es un secreto dentro de los místicos, que la región peruana andina es la segunda chakra de la tierra y que en 2005 esa región recibió el Kundalini tibetano. Es ahora donde esos programas de desarrollo espiritual están disponibles a ser incorporados en nuestro sistema celular. Es ahora que el mundo ve la necesidad de participar en nuevas formas de ver nuestro desarrollo interior. Ascensión no es una religión, es una facultad natural, y es un derecho; es comparable con la facultad de crecer, envejecer y morir. Los incas sabían el secreto de ascensión, ellos podían moverse a gusto dentro mundos visibles e invisibles, podían abandonar  la densidad del cuerpo y seguir el desarrollo en otros planos de existencias.

La ascensión es una percepción que da altitud a la mente y profundidad a nuestro ser. Ascensión nos pone al mismo nivel de comunidades galácticas y nos permite abandonar la conciencia egoistica. Ascensión es llevar nuestra completa estructura a la armonización con la naturaleza. Es simple y requiere de nosotros concentración, meditación e integridad personal.