Monday, October 3, 2011

La estructura de los cuerpos de la tierra



 La tierra nos da una estructura energética que nos permite demostrar nuestras cualidades, expresar nuestro destino y relacionarnos con nuestras lecciones que cada encarnación nos da.

La estructura de los cuerpos de la tierra están constituidos por 4 clases de energías, estas están en total sincronización una con otra, creado una unidad bioenergética.


El primer cuerpo de la tierra es nuestro cuerpo físico, el cual vibra en una frecuencia densa y lenta. Todos sabemos que nuestro cuerpo tiene una fisiología y anatomía que nos permite relacionarnos directamente con la tierra y con el tiempo presente. Cada uno de nosotros cuenta con 12 sistemas, los cuales, en una danza misteriosa nos permite vivir. Por ejemplo nuestro sistema reproductivo nos permite procrearnos y  mantener el código físico de nuestra raza.

El segundo cuerpo de la tierra es el cuerpo etérico. Con menos densidad que el cuerpo físico y con una naturaleza magnética, este cuerpo no es visible a nuestra normal visión Este cuerpo  contiene códigos energéticos que nos permiten discernir el estado de nuestro medio ambiente al igual que relacionarnos con otras personas. Este cuerpo contiene nuestras relaciones personales, nuestra identidad personal (yo), nuestro ego, nuestra fortaleza física, y nuestro nivel de salud.

Alrededor de nuestro cuerpo etérico hay un cuerpo plásmico, una textura gelatinosa receptiva y sensible. Este campo energético es nuestro cuerpo emocional. Este campo contiene 9 emociones con respectivas subdivisiones.
Este campo contiene el compromiso, la vitalidad y la pasión de nuestra vida. Es un campo oscilante lleno de posibilidades. Es el color de nuestra personalidad y la disponibilidad hacia nuestra vida.

El cuerpo emocional esta cubierto con un campo eléctrico, rápido por naturaleza, el cual representa nuestra mente. En este cuerpo están nuestras creencias, juicios y moral. Este campo contiene 4 mentes, la mente discriminatoria, la mente expansiva, la mente meditativa y la mente universal. Cada una de estas mentes abrazan cualidades especificas.

Estos cuerpos están unidos formando un huevo bioenergético. Estos cuerpos mantienen nuestra armonía y balance de vida. Estos cuerpos están arraigados a la tierra y están en constante sincronización con ella. Es por medio de estos cuerpos que podemos percibir y enchufarnos con la evolución de la tierra.
No estamos separados de la tierra, ya que ella misma tiene los mismos cuerpos a un nivel macro.

Nuestro problema es que estos cuerpos están polucionados. Nuestra comida esta llena de pesticidas, nuestro aire de acidez y nuestras aguas cargadas de residuos químicos. A nivel personal no comemos lo que nuestro cuerpo necesita, comemos mucho o muy poco y no prestamos atención a las necesidades de reposo o de ejercicio.

Los cuerpos terrenales necesitan mantención y nutrición.
El cuerpo físico necesita reposo, ejercicio y propia alimentación.
El cuerpo eterico necesita un medio ambiente limpio y ordenado, necesita gente con buen animo y compañías que nos inspiren.
El campo emocional necesita expresión creativa, y el cuerpo mental necesita meditación. Una mente sin meditación no puede discernir y llevar un liderazgo de nuestras vida libre de reacción, miedos y depresiones.

Si tomamos responsabilidad de este regalo de la vida, y nutrimos nuestras necesidades básicas, es entonces cuando los cuerpos terrenales sirven como base para una exploración interior. De otra manera los cuerpos terrenales nos empujan hacia una densidad que es pesada y nos ata a los ciclos mentales y emocionales que no tienen fin.

La comprensión, devoción y compromiso hacia nuestros cuerpos terrenales es el primer paso para llevar una vida con un horizonte amplio, inspirador y satisfactorio.

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